Ahora empieza el camino duro de verdad: la reconstrucción.
Instamos a las instituciones públicas encargadas de hacer llegar las ayudas y donaciones a las personas afectadas, que agilicen todos los procesos burocráticos y que se pongan a trabajar para que a las familias afectadas les den un hilo de luz después de tanto sufrimiento, aguante, nerviosismo y dolor ocasionado por éste desastre natural.
El pueblo palmero necesita recibir la solidaridad que el resto de hermanos canarios y canarias así como las instituciones hemos dado.
Ahora que el interés mediático, electoralista y egocéntrico de medios de comunicación y protagonistas políticos ya se disipó, exigimos que no se olviden de La Palma y cumplan con lo prometido.
Nuestro pueblo ha sabido aguantar las envestidas de las fuerzas de la naturaleza, no les falten el respeto ahora.
Por la defensa de nuestra tierra y nuestra gente.